elternico

viernes, octubre 17, 2008


ParacaidasLlegué a la oficina de un amigo, por la calle Seminario, en un momento de espera me puse a mirar todas las leseras que estaban en las paredes;- Oye .. eres tu el de la foto saltando en paracaidas-Si-Hace cuanto tiempo-En realidad hace poco por que... te llama la atención hacerlo?-Si pero esta cuestión debe ser muy caro-En realidad no es tanto, por que no me acompañas el Domingo y conversamos con los instructores, son unos milicos rebuena tela.Cuento corto, después de unas semanas, fuí mas por curiosidad con Ricardo, tomamos camino a Sor Teresa y llegamos a un lugar llamado Chacabuco, había una casita de madera al lado de una pequeña pista de aterrizaje de tierra, mas allá una avioneta sin puertas, media destartalada.-Hola me dijo un tipo, así que tu eres el amigo de Ricardo, me contó que estabas interesado en saltar.-En realidad vine a mirar, no estoy seguro de hacerlo, además que no sé cuanto me cobran por el curso y por todo el equipo que se necesita, no cuento con mucha plata.-No te preocupes, te cobramos barato por ser amigo de él, si te gusta deberías hacerloAl final me dijo 170 lucas y los saltos los pagas a $ 8000 y te prestamos un paracaidas, justo estamos empezando con otro muchacho ahora un curso.Chucha.. si no lo hago ahora no lo hago nunca, además habían comenzado ya a caer los que se habían subido al avión, Al verlos me dieron mas ganas y acepté con un poco de nerviosismoUn mes me tuvo trotando, haciendo flexiones y enseñandome a armar el paracaidas el milico. Me sorprendía amargamente, ver lo frágiles que son la tela y las cuerdas del equipo, sin contar el armado que tienes que hacerlo tu mismo.El sistema es con paracaidas deportivos, esos rectangulares, los redondos no los usan los civiles, además que no se pueden manejar, caes donde te lleva el viento.Había otro militar con un poco mas de edad, el era el instructor de salto, tenía mas de 3.500, inspiraba seguridad pero no por autoridad, era como una persona sensible y agradable.Llegó el día y se me acercó Juan, el del empaque - Fernando hoy te toca hacerlo, no vino Luis, "el de salto", pero saltarás con linea para que te vayas acostumbrando ( Linea significa que el paracaidas se abre con una cuerda amarrada al avión, o sea solo). Ahí sentí miedo, todos los demás habían saltado con el instructor, y yo iba a tener que hacerlo solo, mas encima recordaba que el fin de semana anterior no hubo saltos, ya que desgraciadamente un alumno había muerto, no sabemos que le pasó, al parecer no abrió por que se bloqueó o se asustó mucho, pero lo extraño es que tampoco se abrió el automático, que funciona cuando bajas pasando cierta altura,por la presión del aire.Eso pasa una vez en un millón, tocó la mala suerte que pasó en este grupo.Cuando el avión ya iba en la mitad de su recorrido, comencé a tomar el peso de mi entusiasmo, despues empezaron a saltar algunos ordenados por Juan, a esa altura hacia un frio tremendo, la altura de la nieve si ves la cordillera, tenia las manos congeladas, llega mi turno, con señas Juan me dice que me ponga con una mano y un pie agarrado al avión y el resto del cuerpo colgando, yo antes miré hacia abajo, ahí sentí el miedo de verdad, pensaba que no se abriría y no podría aterrizar por las manos congeladas, el viento y el ruido del motor también te incomodaban, pensé en arrepentirme, pero la verguenza quedaría para siempre...me tiré.De ese salto no recuerdo nada hasta que sentí el tirón que abrió el paquete, luego un silencio que no sé explicar, abrí los ojos y agradecí a Dios por abrirme el paracaidas.Me quedaba bastante para llegar al piso, así que disfruté ese momento que fue hermoso, esto va a sonar cursi o mamón, pero bueno ya saben que no soy escritor ni tengo pretenciones literarias. Ese día algo cambió en mí, no se muy bien que, pero se que fue para mejor.Al llegar cerca del suelo debes rodear la pista y ponerte contra el viento, levantas los brazos, con los que llevas los conductores, que son muy simples, para doblar derecha bajas el de la derecha y vici versa, cuando los levantas tomas velocidad y se llena de aire, de esa forma cuando estás a unos dos metros del suelo, bajas los brazos hasta la cintura y eso es el freno, es como cuando los pajaros bajan la cola antes de llegar al piso.La segunda vez me acompaño el instructor, sentí casi el mismo miedo, ahora yo tenía que abrirlo, salté logré estabilizarme, de pronto veo a Luis que venía desde lejos y acercandose, veniamos cayendo a 180 km/h segun supe, se puso frente a mi, me señaló que hiciera como que abría el parac. y que demostrara que estaba en buenas condiciones para dejarme seguir cayendo solo, lo hice y se alejó rajado hacia otro alumno que iba cayendo pero girando,l tipo era un experto.Fue una experiencia inolvidable, me alcanzó el dinero para hacer 5 saltos que valieron la pena.Si alguien desea hacerlo, hay cursos cerca de Melipilla, por el camino antiguo a la playa, en un lugar llamado Chiñihue.
Después de varios años ya creo saber que cambió en mi.
El hecho de pensar en la muerte como algo real y cercano, quitó una parte de mis ambiciones, analizadas con honestidad pienso que en realidad no eran mias, existián para que los demás me vieran como yo deseaba que me vieran, simplemente status.
Nos esforzamos demasiado en ocasiones inconcientemente por lo que piensen los demás de nosotros..? Creo que la calidad de la vida que hacemos es lo importante, no quiero llegar a mis últimos días y decir podría haber hecho esto, mejor intenté hacerlo pero no resultó.
Que dificil de todas maneras..

... ...